Tributo a la meditación. Sonidos sin partida o retorno, como átomos sin dueño en un infinito océano de sueños, donde el único oyente y lo único escuchado es el silencio.
«En la paz del silencio las ilusiones, los apegos, las contradicciones emocionales, las obsesiones mentales se desvanecen y el espíritu inmortal surge.» – Taisen Deshimaru
Composición por Miguel Isaza.