En átomos volando – Ezmeralda

Bellos y oscuros, los cinco temas del nuevo EP de Ezmeralda siguen esa ruta que ya había abierto en su álbum debut, publicado el año pasado en el sello ecuatoriano También: un ambient que explora la magia y la tragedia latinoamericana. “Niños flotando en el cielo”, el tema que abre, contrapone el testimonio psicodélico de un gamín (como se les llamaba a los niños que hace décadas habitaban las calles de las ciudades Colombia) a la melodía de un carrito de helados que se acerca a la distancia, pero que parece nunca llegar; “Nochear” evoca un baile corralero de fantasmas borrachos; “Flores en el río” describe la caída de pétalos violeta sobre las aguas de un río; “Duelo”, en su triste cámara lenta, se oye como el lamento colonial de una tambora; mientras que “Summer of Sacol” evoca una noche de éxtasis hace 20 años en el centro de su natal Bogotá.

El nombre del trabajo viene de un fragmento del himno nacional de Colombia que narra la gesta de un patriota que, en medio de la batalla, se inmoló para acabar con un pelotón completo de españoles.

“El disco en general se nutre de esa atmósfera”, explica Ezmeralda. “Una imagen bella para una realidad aterradora”.

Compuesto y grabado por Nicolás Vallejo en Santa Elena, Medellín.
Masterizado por Miguel Isaza en Momoto
Videos por Rossana Uribe Rodríguez
Publicado por Ediciones Éter | éter58 | 2022

Beautiful, lush and also dark, the five tracks of his new EP follow the route already opened by him in his debut album, released last year on the Ecuadorian latinx ambient label También: a soundtrack that explores Latin American magic and tragedy. «Niños flotando en el cielo», the opening track, contrasts the psychedelic testimony of a ‘gamín’ (as the children who inhabited the streets of Colombia at the end of the last century were called) with the melody of an ice cream cart that approaches in the distance, but never seems to arrive; «Nochear» evokes a ‘corralero’ dance of drunken ghosts; «Flores en el río» describes the fall of violet petals on the waters of a river; «Duelo», in its sad slow motion, is heard as the colonial lament of a ‘tambora’; while in «Summer of Sacol» Vallejo recalls a night of ecstasy 20 years ago with his friends, in downtown Bogotá, where he’s from.

The name of the work comes from a fragment taken from a verse of the Colombian national anthem that narrates the feats of a hero who, in the midst of battle, immolated himself to wipe out an entire platoon of Spaniards.

«The album in general is nourished by that atmosphere,» he explains. «A beautiful image for a terrifying reality.»